Un día me sentía muy sola…, y en un momento inesperado
sentí que Jesús me hablaba…
Él parecía estar muy interesado en saber que me pasaba…
Y fue ahí cuando me dijo:
-“Recuerda hija mía,
Cuando lleguen días
Llenos de frustraciones
Y responsabilidades inesperadas,
¡Cree en ti!”
Aún cuando los desafíos
Y los cambios quieran detenerte
Ellos serán los que te ayudarán
A darte cuenta
De que tus sueños
Junto a mí…
Están destinados a hacerse realidad”
- Yo lo escuchaba con mucha atención mientras continuaba diciéndome:
-“Cuando tengas un día gris
Te daré un pincel amarillo,
- Cuando sientas tu corazoncito roto
Siempre tendré vendas para ayudarlo a sanar,
- Cuando necesites callar…
Me sentaré contigo en silencio,
- Cuando tu cielo se nuble
Lo rodearé con rayos de sol,
- Cuando la montaña te parezca muy empinada
Te empujaré hacia arriba,
- Cuando me necesites…”
“¡Siempre estaré allí!”
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