Predicación: Dra. Saidí M. Pí Gómez
Tema: "Descansa en el Señor"
Texto: Salmo 23
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Cuando oramos juntos
V
Cuando oramos juntos se manifiesta
el poder de Dios.
V
Cuando oramos juntos se abren nuevas oportunidades.
V
Cuando oramos juntos suceden cosas imposibles.
V
Cuando oramos juntos Dios
renueva nuestras vidas.
V
Cuando oramos juntos el Señor se glorifica
en nuestros hogares, trabajos,
ministerios.
V
Cuando oramos juntos se rompen maldiciones.
V
Cuando oramos juntos se rompen ataduras.
V
Cuando oramos juntos recibimos bendiciones.
V
Cuando oramos juntos vemos la gloria de Dios.
“Pedid, y se os
dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide,
recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá”. Mateo 7:7-8
“Si permanecéis en Mí, y Mis Palabras permanecen en
vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho”. Juan 15:7
“Todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y
os vendrá”. Marcos 11:24
Desde que vemos la luz al nacer, la mujer ha de superar y sobreponerse a muchos obstáculos en la vida, su etapa de infancia o edad preescolar, de niña a pubertad, adolescencia a mujer - la etapa de la adultez, matrimonio, hijos, el nido vacío, la llegada de los nietos, las etapas de pre-menopausia, post-menopausia, quiénes resumen las etapas de vejez y ancianidad; la realidad es, que la mujer vive sobreponiéndose a situaciones diversas en la vida, a veces traumáticas, pero en todas sufre cambios. Pero a pesar de todos esos momentos, surge nuestra afirmación:-
Una madre es capaz de dar todo sin recibir nada. De querer con todo su corazón sin esperar nada a cambio. De invertir todo en un proyecto sin medir la rentabilidad que le aporte su inversión. Una madre sigue teniendo confianza en sus hijos cuando todos los demás lo han perdido. Dios la llama “Bienaventurada”, “Mujer virtuosa”; más allá de su encanto físico, la fuente de su virtud es el respeto, honra, entrega y compromiso a Dios. El amor de una madre es el combustible que hace que un ser humano logre lo imposible.
«Como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré, ni te desampararé» (Josué 1:5).
El poder ver el amanecer de cada día es una nueva oportunidad de Dios para tu vida. No renuncies a tus sueños por muy oscuro que veas el camino, por los muchos obstáculos que has de vencer, por las dificultades que a diario enfrentas. Pero aún así: Sigue caminando, recuerda que no transitas solo, Dios camina a tu lado.