“Nadie te podrá hacer frente
en todos los días de tu vida:
como yo fui con Moisés, seré contigo;
no te dejaré, ni te desampararé”.
Josué 1:5
Un niño miraba a su abuelo escribir una carta. En un momento dado, le preguntó:
-¿Estás escribiendo una historia que nos pasó a los dos? ¿Es, por casualidad, una historia sobre mí?
El abuelo dejó de escribir, sonrió y le dijo al nieto:
-Estoy escribiendo sobre ti, es cierto. Sin embargo, más importante que las palabras es el lápiz que estoy usando. Me gustaría que tú fueses como él cuando crezcas.
El niño miró el lápiz, intrigado, y no vio nada de especial.
-¡Pero si es igual a todos los lápices que he visto en mi vida!
-Todo depende del modo en que mires las cosas. Hay en él cinco cualidades que, si consigues mantenerlas, harán de ti una persona por siempre en paz con el mundo.