“¿Por qué voy a desanimarme?
¿Por qué voy a estar preocupado?
Mi esperanza he puesto en Dios,
a quien todavía seguiré alabando.
¡Él es mi Dios y Salvador!”
¿Por qué voy a estar preocupado?
Mi esperanza he puesto en Dios,
a quien todavía seguiré alabando.
¡Él es mi Dios y Salvador!”
A veces por más que quisiéramos mantener la paz en nuestro corazón, siempre aparece algo imprevisto, alguna situación obviamente inesperada que lo único que hace es cargar nuestro espíritu y en muchas ocasiones borrar aquella sonrisa que en nuestro rostro se dibujaba.
Hablo de esos momentos en donde aquella situación imprevista se apodera de toda nuestra atención y dejamos de ver todo lo demás, dejamos de ver la bondad de Dios para con nosotros, dejamos de ver su misericordia en nuestra vida y lo peor: dejamos de creer que Dios puede solucionar aquello sin necesidad que nuestra alma esté abatida.
Y es que no me dejaran mentir al decir que muchas veces se nos olvida que de nuestro lado está el Poderoso Gigante, el Dios Todopoderoso y el cual jamás ha perdido una batalla.
Y es que Dios no solo está a tu lado en los momentos de bonanza, en los momentos de felicidad o gozo, no solo está en tus victorias o en tus logros, El también está a tu lado cuando sientes que todo se te ha venido abajo, que nadie te comprende, que todo te sale mal, que nadie te escucha, que no sales de una; Él también está allí cuando crees que todos te han abandonado, solo, triste, sin soluciones aparentes: Recuerda:- Él siempre estará a tu lado porque te lo prometió, porque dijo que estará contigo todos los días de tu vida. (Mateo 28:20). Él no miente y a pesar que en esos momentos de tristeza, soledad y angustia pareciera que se ha ido, ¡Nunca dudes! ¡Él sigue allí!
No te dejes engañar por las mentiras del enemigo, que no te haga creer que estas solo, que no te haga creer que no eres importante para Dios, que no te haga creer que eres un fracasado ni que Dios no te ama, al contrario, todo lo que el enemigo te predique y lleve como objetivo hacerte sentir mal, entonces debes de saber que todas esas mentiras son totalmente lo contrario a lo que Dios piensa de ti y hará en ti.
Mantén la paz, trata de estar tranquilo (a) Dios actuará, simplemente no desmayes, sigue caminando, no te desanimes ni pierdas la calma, la esperanza y la fe; simplemente no te dejes engañar por las mentiras del diablo, al contrario, sigue creyendo en las verdades de Dios, porque Él no es hombre para mentir, ni hijo de hombre para arrepentirse (Números 23:19), así que tienes que estar seguro o segura, que Dios obrará en su tiempo y voluntad.
¡Sigue creyendo en lo que Dios hará!
1 comentario:
EXCELENTE REFLEXION, AGRADECIENDOLES MUCHO, BENDICIONES ABUNDANTES.
ALICIA PAUCAR - NICARAGUA
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