Había una vez un escritor que vivía a orillas del mar
en una enorme playa virgen donde tenía una casita
y pasaba temporadas escribiendo, siempre
buscando inspiración para su libro.
acerca de las cosas importantes de la vida.
Una mañana mientras paseaba por la playa, vio a lo
lejos una figura que se movía de manera extraña
como si estuviera bailando. Al acercarse notó que era
un muchacho que se dedicaba a recoger estrellas de mar
de la orilla y lanzarlas nuevamente al océano.
contestó:
“Recojo las estrellas de mar que han quedado varadas y
las devuelvo al mar; la marea ha bajado demasiado y
muchas morirán”.
Dijo entonces el escritor:
“Pero esto que haces no tiene sentido, primero que nada
ese es su destino… morirán y serán alimento para otros
animales y además hay miles de estrellas en esta playa,
nunca tendrás tiempo de salvarlas a todas!”
El joven miró fijamente al escritor, cogió una estrella
de mar de la arena, la lanzó con fuerza por encima de
las olas y exclamó:
“¡¡¡Para ésta estrella… sí tiene sentido!!!”
¡¡¡Para ella si habrá diferencia!!!
“Lo importante en esta vida va más allá de ganar nosotros mismos. Lo verdaderamente importante es ayudar a otros a ganar”.
Jamás creas que tu esfuerzo o aporte no son lo suficientemente buenos o grandes para hacer la diferencia, al final por más pequeño que sea, todos sumamos.
“No dejes pasar el día sin mostrarle a otros el verdadero camino”.
“Jesús dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida”.
Juan 14:6
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