Franklin D. Roosevelt acostumbraba a decir: “Es normal elegir un método y probarlo. Si es un fracaso, admítalo con franqueza. Pero, por sobre todas las cosas pruebe hacer algo”.
“Si siempre ha deseado escribir, escriba algo, un artículo corto, un poema, un relato de sus vacaciones.
Escríbalo como si fuese a ser publicado y luego preséntelo en alguna parte.
Si es fotógrafo, reúna sus mejores fotografías y preséntelas en algún concurso.
Si cree ser un buen tenista o golfista, participe en algunos torneos y vea los resultados.
Quizá no gane los primeros premios, pero piense cuánto aprenderá y experimentará simplemente por intentarlo”.
El primer paso en intentarlo podrá ser un curso que tome en un colegio local… lecciones privadas o conduciendo sus propios sencillos experimentos.
El intento se perfecciona con la práctica.
Manténgase fiel a lo que quisiera hacer.
El peor de los fracasos es… ¡no intentarlo!
La derrota no es la peor de las tragedias.
La verdadera tragedia es no haberlo intentado.
¡Sé fuerte y valiente! No temas ni te acobardes, porque el Señor tu Dios estará contigo dondequiera que vayas.
Josué 1:9
¡Inténtalo!
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