“En el mundo tendréis aflicción, pero confían,
yo he vencido el mundo”
Juan 16:33
Las pruebas aparecen a lo largo de nuestra vida, y según cómo sea nuestra relación con Dios, las soportaremos con más o menos fuerzas, y saldremos airosos o no de ellas. A veces es necesario pasar por ellas pues ello nos ayuda a fortalecer la fe, nos hacen ver que el modo nuestro de querer asumir un asunto no era el mejor, nos hacen ver que sólo Dios puede ser el protagonista y no nosotros.
Pues las pruebas nos acercan a Dios, y es allí donde Él demanda una fe sólida, asentada en bases fuertes que no se derrumben fácilmente.
“…si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, para que sometida a prueba vuestra fe, mucha más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo… 1º Pedro 1:6-7
“Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. Santiago 1:2-3
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