Estas cansado de luchar con esa misma área en tu vida; en muchas ocasiones pediste perdón, en muchas otras prometiste no volverlo a hacer, te mantuviste firme muchos días y sentías que por fin lo habías superado, pero de pronto te permitiste ser débil y volviste a caer.
Te vez al espejo y realmente te das cuenta que estas cansado de luchar con lo mismo y no poderlo superar, por un momento crees que no puedes ser parte de Reino de los Cielo de esta manera, tú mismo te desprecias creyendo que no mereces mas nada de Dios.
Hay un sentimiento de impotencia, quieres hacer las cosas bien mas siempre terminas cediendo tarde o temprano, sinceramente ya no hallas que mas hacer, te sientes casi vencido y sin fuerzas para continuar.
Te sientas en tu computadora, esperando que haya una Palabra para ti, antes de abrir el correo dijiste: “Señor necesito una Palabra tuya”. Dios tenía preparado este momento, no es una coincidencia ni mucho menos un invento, Dios sabia que a esta hora ibas a venir de esta manera: “Cansado de luchar con lo mismo y esperando que Dios te hablara de una manera sobrenatural” – “No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudare, siempre te sustentare con la diestra de mi justicia”. Isaías 41:10.
En la agenda de Dios estaba este día a esta hora y de la manera que está siendo, no es un sueño, no es un invento, menos una casualidad, es porque tenía que ser de esta manera.
No llores más, no te pongas triste, deja de sentirte culpable, yo te recojo hoy, te abrazo fuerte y te digo: “Mío eres tú”, te levanto del polvo y hago de ti una obra preciosa, mi visión para tu vida va mas allá de este momento, se de lo que eres capaz y por eso no te quiero soltar, vales más de lo que un día te imaginaste, tu naciste para esto, te llame para ser de bendición, no te dejes engañar, esta tribulación momentánea solo hará de ti un mejor siervo.
¡Ten Ánimo! - Dios está contigo!!!
Solo déjame decirte que Dios te ama y nunca se ha olvidado de ti, por favor no te olvides de Él, que a partir de hoy puedas renovar una relación íntima con el dador de la vida.
¡Señor solo déjame sentirte cada día más en mi vida!
“Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia”
Jeremías 31:3
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