“No sea hallado en ti… ni encantador, ni
adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos. Porque es abominación para
con el Señor cualquiera que hace estas cosas… más a ti no te ha permitido esto
el Señor tu Dios” – Deuteronomio 18:10-14
Algunos periódicos publican
continuamente anuncios de adivinos, videntes, médiums, quienes ofrecen sus
servicios para resolver los problemas pequeños o grandes de sus contemporáneos.
Recordemos que Dios, en la Biblia, condena rotundamente estas prácticas, como
podemos verlo en el versículo bíblico citado hoy.
Seamos bien conscientes de que
no siempre se trata de una simple charlatanería, sino que entramos en un mundo
real, prohibido por Dios y peligroso.
En efecto, la Biblia nos dice
que existe un mundo misterioso de poderes ocultos gobernados por Satanás, cuyas
manifestaciones sobrenaturales fascinan la curiosidad humana. En vez de buscar
la respuesta a sus preguntas y la solución a sus dificultades en las promesas
de Dios, algunos recurren a los espíritus diabólicos. Como consecuencia, muy
pronto se convierten en sus juguetes y esclavos.
Este peligro también amenaza a
los creyentes. El Apóstol Pablo dijo a los Corintios: “No quiero que vosotros os hagáis partícipes con los demonios” –
1ª Corintios 10:20
Por todos los medios:
astrología, videncia, espiritismo, etc., Satanás esclaviza a los hombres y hace
que lo sigan. “Vuestro adversario el
diablo… anda alrededor buscando a quien devorar; al cual resistid firmes en la
fe” –
1ª Pedro 5:8-9
No hay comentarios:
Publicar un comentario